miércoles, 7 de abril de 2021

MALL

 

 

2.2 MALL

 

La tecnología ha avanzado vertiginosamente y se ha incorporado en diversos campos, uno de ellos es el campo educativo. Este apartado refiere al Mobile Assisted Language Learning (MALL) o mejor conocido como Aprendizaje de Idiomas Asistido por el Teléfono Móvil. Para arribar al concepto de MALL es necesario transitar en primer lugar, por el concepto de M-learning.

2.2.1 Mobile Learning: M-Learning

La era de la aldea global y la era de la información caracterizada por la incorporación de la Tecnología en casi todos los ámbitos de la vida representan cambios constantes y expeditos en la forma de comunicación, de actuación, de pensamiento, de expresión y consecuentemente en nuevas formas de enseñar y aprender.

Por tanto, las universidades tienen la gran encomienda de “…responder a las demandas actuales de la sociedad y garantizar a los estudiantes la adquisición de las competencias necesarias para desenvolverse en el nuevo entorno laboral” (Pérez-Mateo & Guitert, 2011, p. 75); en este sentido, la articulación de la tecnología con la metodología de enseñanza se da a manera de respuesta a dicha necesidad.

En el siglo XIX, el escenario académico se caracterizaba por la presencia física de los profesores, quien presentaban el contenido a aprender asistido por libros de textos, borradores, dentro del espacio físico del salón de clases. En el siglo XXI, la filosofía de la enseñanza-aprendizaje ha intentado modificar, adaptar e incorporar nuevos preceptos; uno de ellos es la incorporación del teléfono móvil o Mobile Learning: M-learning.

El M-learning se originó en los años 80, con la iniciativa de Xerox Palo Alto Research Center (PARC), quien propuso el Dynabook: una computadora portátil del tamaño de un libro con red inalámbrica y pantalla plana, su objetivo era acercar a los niños en el mundo digital.

En los años 90, el uso de dispositivos como IPDAS en el plano educativo, se incrementó principalmente en Asia y Europa. Este último continente inició el programa M-learning perteneciente a la Agencia de Aprendizaje y Desarrollo de Habilidades, que diseñó básicamente productos educativos.

 En 2001, inició el proyecto de M-learning, presentando una investigación sobre el uso de diferentes dispositivos portátiles programados con juegos y materiales educativos; los resultados arrojaron que el 80% de los participantes consideraron que estas aplicaciones podían ayudar a mejorar su nivel de lectura, ortografía y matemáticas.

En cuanto al continente americano, la institución pionera en la incorporación de M-learning fue el Tecnológico de Monterrey, quien llevó a cabo un proyecto utilizando el podcast como método de entrega de contenidos educativos e instruccionales. Otro proyecto fue la incorporación de mensajes de texto vía teléfonos celulares para establecer comunicación entre alumnos (Burgos, 2007).

            La incorporación del dispositivo móvil como entrega de contenidos educativos ha sido una innovación necesaria en estos tiempos del uso constante e ineludible de la tecnología. Attwell y Hughes (2010) y Goig (2013) destacan la “adopción de nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje valiéndose del uso de pequeños y maniobrables dispositivos móviles…” (p. 23) en clara alusión al aprendizaje electrónico móvil o Mobile Learning (M-learning).

La conceptualización de este término ha evolucionado constantemente y cada autor aporta nuevos y diferentes elementos o características; en esta particularidad se cita a O'Malley, Vavoula, Glew, Taylor, Sharples, Lefrere, Lonsdale, Naismith, & Waycott (2003), quienes lo describen como aquel aprendizaje que tiene lugar cuando el estudiante no se encuentra en un lugar determinado o fijo o bien como el aprendizaje que tiene lugar cuando el estudiante se beneficia de las oportunidades de aprendizaje ofrecidas por las tecnologías móviles.

Por otra parte, en la conferencia de aprendizaje electrónico móvil o Mobile Learning Conference: MoLeNet llevada en el año de 2009 en Reino Unido se definió como la explotación de tecnologías ubicuas de mano, juntamente con redes para facilitar, apoyar, mejorar y ampliar el alcance de la enseñanza y el aprendizaje (Parker, 2010).

Por su parte, Goig (2013) lo define como el:

concepto utilizado para designar a los ambientes de aprendizaje basados en la tecnología móvil, dirigidos a optimizar el aprendizaje muy relacionado con u-learning (ubiquitous learning o aprendizaje ubicuo): aprendizaje que se puede realizar en cualquier momento y lugar (p. 24).

Otra definición importante señala que, es el aprendizaje que involucra el uso de dispositivos electrónicos como MP3 PDAS -Personal Digital Assistants- o teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tabletas, lectores MP3, teléfonos inteligentes y teléfonos móviles (Shuler, Winters, & West, 2013; Hockly & Dudeney, 2007). De hecho, se ha considerado como la próxima generación de E-learning (Mosavi & Nezarath, 2012).

Los elementos englobados en las definiciones expuestas son nuevas metodologías de enseñanza con el objetivo de optimizar el aprendizaje por medio de dispositivos móviles o de mano, llevadas a cabo en cualquier lugar y tiempo. Esta ubicuidad permite que el aprendizaje se pueda producir con o sin conexión. El primero se conoce como online, se trata de un aprendizaje en tiempo real o just in time, los contenidos están adaptados para que se pueda consumir de forma óptima, en donde y cuando se requieran.

Por su parte, el aprendizaje offline o sin conexión disponible, alude a recursos que no requieran de una interacción online continua para el usuario pueda interactuar. En este aprendizaje la descarga y visualización previa de contenidos en el dispositivo móvil optimiza su uso en circunstancias con nula conexión a internet.

Es imperante resaltar que cuando se alude a M-learning, se remite a una amplia variedad de dispositivos móviles, sin embargo, el que brinda mayor independencia es el teléfono móvil o smartphone, definido como:

pequeño ordenador de bolsillo que posee una pantalla que varía en tamaños según las marcas, aquel que es de bolsillo. Normalmente, y sobre todo para fines educativos, se recomiendan los aparatos con pantallas más amplias y la posibilidad del giro de la imagen mostrada (Goig, 2013, p. 221).

Goig (2013) provee una serie de parámetros o sugerencias para la incorporación pedagógica del M-learning:

Figura 1. Componentes para M-learning.



Fuente: Elaboración propia.

En la figura 2 se representa cuatro componentes para M-learning:

1.    Contenido educativo y formatos específicos para el almacenamiento o transmisión de datos.

2.    Pertinencia de la aplicación para su uso en el área para la que fue creada (por ejemplo, cuan relevante es el uso de una aplicación en educación).

3.    Perfil de los usuarios en cuanto al nivel de conocimientos, características, conocimientos previos requeridos, curva de aprendizaje (tiempo necesario para aprender a utilizar la aplicación) limitaciones físicas, entre otros.

4.    Soporte multimedia utilizado para distribuir el contenido (audio, video, imágenes y texto). Facilidad de uso de la interfaz en cuanto a gráficos y navegación (ver figura 2).

          En resumen, se debe planear, delimitar y justificar la incorporación del M-learning, tomando en cuenta los objetivos de aprendizaje, perfil de los usuarios y soportes multimedia a aprovechar.

La misma autora recomienda tomar en cuenta los aspectos técnico instruccionales: “características físicas del dispositivo (dimensiones, peso, tipo de pantalla y teclado); sistema operativo (soporte de aplicaciones); interfaz del usuario que permite interactuar con la aplicación y con otros usuarios; tiempo de carga de la aplicación” (p. 233).

            Estos aspectos implican que, en la etapa de la planeación de la incorporación educativa, el profesor verifique la información tecno instruccional e incluso, ensaye el tiempo de descarga de cierta aplicación.

También, Mosavi & Nezarat (2012) enlistan una serie de bondades de M-learning tales como:

·         Los alumnos utilizan el dispositivo para reforzar el aprendizaje cuando encuentran un periodo corto de tiempo libre ya que la mayoría de ellos trabajan largas jornadas.

·         El tiempo y lugar que usan para el aprendizaje puede ser en autobús, durante la espera de una junta o cita, aprovechando la portabilidad, conectividad y ubiquidad.

·         Los alumnos aprovechan el aprendizaje invisible para manipular y utilizar eficientemente el dispositivo.

·         Los alumnos muestran actitud positiva hacia el uso de los dispositivos para aprender algún contenido porque no encuadra en el material didáctico tradicional (non classroom environment)

·         Algunas aplicaciones que se pueden utilizar en lo dispositivos móviles son: google maps, you tube, slideshare, redes sociales como Facebook, Twitter y Linkedin, entre otras (Mosavi & Nezarat, 2012, p. 313).

Debido a todas las bondades prácticas, reales, asequibles e innovadora que plantea el uso de Mobile learning, éste ha tomado tanto auge que la propia UNESCO ha promovido iniciativas encaminadas a estudiar de qué manera las tecnologías móviles pueden propiciar la consecución de Educación Para Todos (EPT). Entre sus asociados para materializar proyectos educativos en diferentes áreas, figuran la empresa Nokia y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

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Flipping learning

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