Introducción
En este resumen
analítico se presenta algunas consideraciones e implicaciones que la llamada
aldea global o globalización ha dejado en las sociedades, específicamente cómo
del plano económico derivan varios problemas y /o consecuencias sociales, educativas
y culturales.
La globalización se ha
considerado como un medio para socializar y homogenizar a la humanidad, por
medio de una participación e inclusión de todos los grupos, sin discriminación alguna,
no obstante este idea ha sido solo una falacia pues hay muchos países que lejos
de mostrar un incremento de cualquier índole experimentan un rezago dejando ver
más clara y grandemente la brecha económica entre ellos.
Asimismo la
globalización se consideró desde sus inicios como un espacio de libre tránsito
de ideas, de educación y cultura de tal manera que se pudiera construir una
ciudadanía democrática.
Para lograr dicha ciudadanía democrática, de acuerdo a Kubok,
Crossman y Ninomiya (1998)es necesario cubrir ciertas competencias, por ejemplo
capacidad de analizar y enfocar los problemas, capacidad para trabajar con
otros de una forma cooperativa, capacidad de entender, aceptar, apreciar y
tolerar las diferencias culturales, capacidad de pensar de una forma crítica y
sistémica, voluntad de resolver los conflictos de manera no-violeta, voluntad
de cambiar el propio estilo de vida y de consumo para proteger el medio
ambiente, capacidad de apreciación y
defensa de los derechos humanos, participación política a diferentes niveles locales,
nacional e internacional.
Estas competencias
muestran que reside mucho en cada persona para lograr una democracia ciudadana, es decir que se inicie desde el actuar de la
persona, por tanto es imperante que cada individuo trabaje de manera personal
(capacidad de pensar críticamente, resolver conflictos efectivamente). Para aprender
estas competencias es necesario tener un espacio para vivirlas y
experimentarlas, siendo la escuela un lugar propicio y experimentado así una
política sociocultural.
1. Globalización
y cultura
La pluriculturalidad es
un fenómeno percibido por diferentes causas, una de ellas son las nuevas formas de comunicación que
justamente las nuevas tecnologías ha permitido, la búsqueda de mejores
condiciones de vida propiciando la inmigración e migración, la
internacionalización de relaciones económicas, sociales y culturales, la imitación de vida de países ricos, el gran
crecimiento demográfico y la inequidad de la distribución de la riqueza.
Identificando la falta
de inclusión cultural se ha buscado espacios de expresión; una muestra ha sido
la agenda 21 de la cultura, cuya premisa reside en que los gobiernos favorezcan
al desarrollo cultural, se promueva la inclusión y la paz, la cual puede darse junto con estrategias de
desarrollo cultural. Igualmente propone que la cultura debe ser un punto de
encuentro, respetando las semejanzas y
cohabitando con las diferencias.
Al aludir cuestiones
culturales en la agenda 21 automáticamente permea en otros rubros, por ejemplo
en infraestructura citadina, impactos ambientales y da seguimiento puntual a
los proyectos trazados.
Se busca por tanto que
los ciudadanos vivan plenamente una ciudadanía democrática a través de un nuevo
modelo social, donde se elimine la imposición de culturas y se privilegie el
total acceso a las tecnologías de la información y comunicación acompañado de
una nueva ola de derechos humanos ad hoc a las circunstancias globales de este
momento.
2. Globalización
e identidad
Con la
globalización se ha pretendido la homologación de todos los grupos, desafortunadamente
esta premisa no se ha llevado a cabo, antes bien ha emergido el fenómeno del melting pot, en donde son incluidos
aquellos que comparten y excluidos aquellos que difieren. Al presentarse el melting pot, los grupos -sobre todo
aquellos que emigrado y cuya nueva nación no les ofrece ninguna garantía
cultural: una identidad compuesta y compleja,- han optado por cerrar cada vez
más su propia identidad cultural para protegerla y preservarla,
desafortunadamente estos grupos se les ha marginado, señalado y discriminado a
través de las conocidas identidades
asesinas, donde no permiten la exposición y preservación de identidad
grupal.
Sin embargo, es
imperante tener en mente que es imposible cuadrar a las identidades culturales
pues es necesaria una convivencia constante de diferentes individuos que
comparten diferencias culturales, ya que su vez cada individuo está compuesto por una
pluriculturalidad es decir por la identificación individual y la colectiva, la
primera está completamente relacionada con el encuentro de “multiples
identidades colectivas en una sola persona” (Escarbajal, 2010, p. 10), mientras
que la segunda refiere a la construcción de la identidad por medio de los
diferentes momentos que el individuo vive. La identificación entonces es
dinámica, plural y constante.
Hay otro punto que es
importante evaluar cuando se habla de la identidad, son las categorías culturales, pues todos los humanos tienden a “estigmatizar” o
etiquetar a los diferentes grupos. Las categorías culturales como lo son el
idioma, costumbres, manifestaciones
artísticas y religiosas, entre otros, definen a la identidad de un grupo. No
obstante es necesario reflexionar sobre la validez y confiabilidad de estas
variables, pues solo se delinean éstas
en base a un puño de someras creencias
que cada grupo ha elaborado de manera conveniente. Carbajal (2010, p. 11)
propone un consenso de semejanzas y sobre que las diferencias no sean vistas
como deficiencias sino más bien como
constructos dinámicos.
Como atinadamente lo
expone el autor, es imposible limitar las identidades porque gracias a la
emigración, a las nuevas formas de comunicación, a las nuevas formas de
comercio, entre otros, la identificación y preservación cultural
persistirá. Específicamente con el uso
de las nuevas formas de comunicación, en donde se permite una comunicación
instantánea con individuos que comparten intereses con diferentes espacios
geográficos se ha aludido a una nueva forma de identidad: la identidad moral o
identidad postmoderna. Ésta es el “mestizaje
de los intercambios en los ámbitos científicos, tecnológicos, artísticos, etc”
(Carbajal, 2010, p.12), que inevitablemente seguirá ocurriendo.
La identidad
postmoderna sugiere un multifacético orden, en donde se privilegien y respeten
las identidades de cada cultura, pero al mismo tiempo se tenga la oportunidad
de enriquecerse mutuamente.
Una solución urgente es
la política de identidad la cual, propone una convivencia armónica, respetando
los encuentros, teniendo una capacidad y madurez de intercambio entre grupos y
culturas, (Aguado, en Escarbajal, 2010, p. 57) basado en una autoconsciencia y
autopercepción, privilegiando una
identidad social positiva, aprendiendo y respetando los valores y una participación
ciudadana responsable. Si se realizaran los mencionados cometidos, entonces se
hablaría de una alfabetización cívica, en donde la educación sería el vehículo para llevar a cabo esta
conciliación cultural.
3. Algunas
respuestas de la educación: la escuela inclusiva y la educación intercultural
La educación ha sido
considerada monolítica y homogeneizadora; donde se han puesto más énfasis en
las diferencias que en las semejanzas, ejemplo confiable lo es la conocida
escuela compensatoria; que estaba dirigida a poblaciones marginadas o
individuos con ciertos déficits. Uno de los principios fue y lo sigue siendo
etiquetar un grupo minoritario sobre un dominante.
Derivado de esta
ruptura e incapacidad de convivencia cultural se propone entonces una escuela que sea un espacio de encuentro de
estudiantes con diferencias culturales, con principios democráticos, que proclame y brinde elementos para que un ciudadano
pueda insertarse socialmente sin problema alguno.
La escuela de la
inclusión tiende a eliminar prototipos que la escuela compensatoria marco
delineadamente; uno de ellos es la aceptación de las diferentes capacidades
cognitivas que diferentes alumnos poseen: estandarizando más que dividiendo, y eliminando las culturas
dominantes.
La escuela de la
inclusión propone sus principios bajo diferentes ópticas, una de ellas es la
cuestión pedagógica. En esta escenario se alude a un cambio de modelos
pedagógicos, en donde es necesario en primera instancia hacer modificaciones al
currículo ya que éste debe estar basado en las características propias de cada
cultura, posteriormente se alude a una actualización y formación del profesorado
pues ellos tendrán las competencias necesarias para apoyar y asistir a los alumnos en el procesamiento de las diferencias culturales, comprendiendo
implícitamente por los diferentes niveles cognitivos (cognitivo, afectivo y
comportamental) que cada alumno posee
así como un pleno respeto por el ritmo de aprendizaje cultural. Además el
profesorado promoverá en los alumnos un trabajo colaborativo,
critico-reflexivo, autonomía de tal manera que estén preparados para la
adaptación cultural bajo un marco de participación democrática y responsable.
Paralelamente, se
encuentra la escuela inclusiva vista desde la óptica de la cultura. En este
sentido se promueve inicialmente un reconocimiento, autorreflexión y
autoconocimiento cultural del estudiante, para posteriormente proceder a un
contacto cultural en un segundo plano. Se instruye al respeto hacia las
diferentes culturas y códigos culturales alcanzado una madurez para la apertura
cultural sin olvidad en ningún momento su propia identidad cultural.
De acuerdo a
Escarbajal, esta escuela ofrece educación integral y de calidad donde los
alumnos participan e manera democrática dentro y fuera de su entorno y lo que
es más reconocible es la capacidad de contribuir y mejorar el entorno donde se
desenvuelven.
4.
Opinión personal
Es un tanto impactante
verificar que la globalización no ha tenido aportaciones significativas en el
plano educativo y cultural, posiblemente en el plano económico hay algunas
mejoras, las cuales desafortunadamente se han beneficiado los potencias
económicas.
Desafortunadamente nos
hemos dejado llevar por los estereotipos culturales, y me parece oportuno
reflexionar sobre el impacto que la globalización ha, sigue y seguirá generando.
Un punto importante que
deja gran marca es la escuela inclusiva, específicamente con el reconocimiento
cultural de cada una de las personas, si no se tiene este fundamento es
imposible pensar en una convivencia en armonía, como lo menciona Escarbajal y
pasa a segundo punto los principios pedagógicos de esta escuela de inclusión.
Además considero importante tener un techo presupuestal elevado para realizar
la escuela de inclusión pues al solicitar un currículo ad hoc a la diversidad
cultural implica un elevado presupuesto financiero.
Referencias
DIAZ-AGUADO, M. J. (2003) Interacción y
multiculturalidad en el aula. En: Pardo, P. Y Méndez, L. Psicología de la
multiculturalidad. Madrid: UNED.
ESCARBAJAL, Andrés F.
(2010).Educación y cultura en tiempos de globalización Francisco Martìnez
Sànchez Editor. Ed. MAD.
Sevilla,España.
KUBOK, CROSSMAN Y NINOMIYA (1998) Multidimensional
citizenship: Educational policy for the 21st century. En J. J. Cogan y R.
Derricot (Eds), Citizenship for the 21st century: An international perspective
on education (pp, 115-133). En Educación y cultura en tiempos de
globalización Francisco Martìnez Sànchez Editor. Ed. MAD. Sevilla,España.
REICH, ROBERT B.
(1993). El trabajo de las naciones.
Hacia el capitalismo del siglo XXI. Javier Vergara Editor. Buenos
Aires, Argentina.
http://definicion.de/globalizacion/
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